¡Oh mi reflejo de luna!, enmudecida,
Sedúceme de palabras de aliento,
Serán suspiros cómplices de la vida,
Serán susurros de respiros lentos.
Tu voz fecundada por mi silencio,
Anfitriona de la noche y la timidez,
Esparce el frenesí por el misterio,
¡Oh mi reflejo de luna!, con sencillez.
En su secreto mi labia te envolvió,
Como pasos de palabras en tu corazón,
Ah la histeria de sentimientos te rodeó,
Ah a la marcha de emociones sin razón.
Cual clavel expandió sus pétalos,
Un colibrí ansioso por explorar su interior,
Esclavo del aroma de jardín de ébano,
Pero libre por sus ansias de fecundar Amor.
Solo sucedió…
La noche dejó de ser, tras la claridad,
La timidez cedió, tras el día de tus ojos,
El silencio se escondió, tras la luz de tu voz,
El misterio se descubrió, tras el sol con su luna.